miércoles, 7 de noviembre de 2007

Sintiéndome mujer...

Me levanté energética, esta vez no se me pegaron las sábanas, y no fueron necesarios los 15 minutos cotidianos de desperezamiento obligatorio. Con los pelos casi ya listos pa salir, no como siempre, que los tengo unos pa Ceuta y otros pa Melilla (véase noticias de internacional) me encaminé al glorioso baño de mis amores, después de que mi cariñito hubiese conseguido arreglar por fin el radiador que goteaba (esto viene que normalmente me congelaba las narices, y hoy en cambio estaba calentita como un ajo)

Finalmente, pues, llegué a mi ansiado inodoro, y me senté en la punta de la tacita. Allí hice mi usual micción de acopio nocturno, y esta vez sí, con los ojos cerrados y llenitos de lagañas, como de costumbre, intenté terminar de desperezarme.

Tenía ya preparado mi desayuno, eso sí como estoy habituada, y a veces, como hoy, mi zumito natural de naranja. Qué paz y qué sosiego, chica. Comiendo mi fantástico pan de cereales con queso…aunque no hoy no comeré, porque la báscula no engaña, y necesito un poco de dieta. Comeré pues un par de hojitas de lechuga, y me guardaré el bocata para la hora de la comida.

Ah, sí, después de la ducha, que duró unos 15 minutos, y de lavarme el pelo, que tomó otros 15, me dediqué a secarme y peinarme el cabello de afrodita que me caracteriza. Luego mucho luego más, estuve seleccionando las prendas del día, esa cobertura que hacía que la mona no sólo estuviera vestida de seda sinó que fuera mona de verdad.

Ya estaba a punto de salir con mi fantástico vestido marrón, falda con farbalanes y blusa oscura del mismo color, arrepeiná y arrevetía, cuando me di cuenta…cohone que no tenía zapatillas a juego, tenía las azules y las rosas, pero las oscuras las tenía en el zapatero (el de verdad, el que se dedica a eso) poniendolas medias suelas. Caambio.

Ya estaba a punto de salir, con unos pantalones tejanos, un niki azul y chaqueta a juego añil con bordes azuilitos también, y esos zapatos que os dije, pero entonces me di cuenta de que…no tenía ningún bolso azul, el que tenía lo tirá ayer porque se veía ya muy usao. Bueno de hecho lo había tirado tres veces y vuelto a recoger, y esta vez me aseguré.

Ya estaba a punto de salir…bueno al final con los tejanos va bien todo, con lo que me puse unas zapatillas negras que cuadran con todo. Estaba ya prepara para la guerra mundana.

Saliendo, me dirigí al transporte urbano subterráneo, es decir, al metro, cuando me acordé, que este escrito se suponía debía hablar sobre los sentimientos de enamoramiento cuando vi a mi vecino el surfista subir con una camiseta de imperio, acarreando unos gigantescos sacos de cemento que marcaban músculo en su pechamen. Pero me enrollé tanto vistiéndome que ya había terminado la obra. O sea que colorín colorado, mañana os cuento uno de enamorados.

3 comentarios:

Maribel Sánchez dijo...

ves, ves, me lias me liaaas joer que escribes demasiado bien y me lias, esto es trampa. grrrrrr

Besos.

fullmoonthe dijo...

pero si sólo escribo chorradas...a ver si algún día junto inspiración y algo de seriedad...

qué, vienes al arroz? (mi coment en el otro poust)

Maribel Sánchez dijo...

Te libras de tener convidada porque este fin de semana toca vida familiar de atraco a la visa en grandes areas.

Tienes mi correo en el perfil de mi blog, un día de estos decidete a escribirme y "discutimos" en más profundidad quien pone los postres.

Besos