lunes, 14 de mayo de 2007

La Oficina: es decir, la jungla o el reino de califatos

Muchas veces hemos visto esos documentales de África donde se ven animales marcando territorio, siendo agresivos con otros, luchando en la vida y muriendo y sobreviviendo como pudamos (o pudieran).

Muchas otras, hemos leido esas guerras, batallas de la historia, o también, esas gerruchas entre isleños y nativos de paises lejanos y cercanos, esos enseres y diatribas, pilechas y fotrezos, que con tanta distinguidad nos acegran días sin sol.

Pues bien, no hace falta ya ir más a esos paises ni conectar ningún canal oscuro de la teleamorfa para ver cosas parejas. Tan sólo hay que trabajar.

Y ojo, porque como seas un cervatillo trabajón, de esos que les gusta romperse las banyas y dar lo mejor de ti mismo, anda que no se te van a comer pero vamos en los primeros cinco minutos.

Pues eso, en la ofis, y en otros sitios donde trabajes, seguramente, habrán ya esos grupúsculos comandados por sus caciques, ordenados en departamentos, o séase, califatos y reinos de mal guardar, y probablemente sintiéndose orgullosos.

Les ves ahí , detrás de la vitrina, detrás del aparados, en esa m. despacho de 3,5x3,5 ; Llegan, los más osados -es decir, pues, los que más triunfan- llegar pasadas las 09:00, quizás pasadas las 10:00. Y aún, esos más osados, yéndose a las 1800 como máximo, ah, no se olvide, comiendo sus dos horas -qué conio comerán, o es que se van al gimnasio-

y luego van y te dicen que son muy buenos, que parece lo bien que trabajan, y claro, después viene lo de las empatías, lo de caer en gracia y no ser gracioso...bueno la lista pa qué os voy a contar.

Pero eso sí, cuando tocas algo que les concierne a ellos o su departamento, sacan sus garras, sus uñas largas, y aunque sean tontos del qlo y sea una kagada suya, te la intentan devolver, habiendo llegado a las 10:00 y tantas cuando tu llevas desde las 07:35 para no coger colas.

nada no hay que darle más importancia que la que tiene porque no tiene ninguna. Esperar a fin de mes a que suelten la pasta

hala chicos a bailar

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