sábado, 15 de diciembre de 2007

Argelia: Una experiencia religiosa

Mi primera visita
a este fantástico país...

Mira por donde este país hermano, nunca lo había visitado. Por H o por B, siempre salía que esto lo llevaba otro, y yo me quedaba con la saliva en los ojos.

Antes, ya digo, era el objetivo de un amigo, que decía que era muy qtre y tal, sin explicar nada más. Pero luego se traía botellas de vino, y siendo un país tan religioso, no dejaba de picarme la curiosidad.

Yo suponía que en Argelia había dinero, por el tema del gas sobre todo, la suerte que han tenido. Bueno, el país es muy grande, quizás suerte no fue. Tengamos pues en cuenta que es el primer exportador de corderos del Magreb (y de cabritos). No sólo fabrican vino, sinó también cervez, y buena, llamada tango. Y en muchos aspectos son más civilizados que los marroquies, y al menos respetan su historia y sus costumbres ancestrales, y no engañan a nadie, mientras que no parece lo mismo de sus vecinos. Antes no entendía porqué dos paises hermanos como ellos podían estar distanciados, pero ahora sí lo entiendo: uno tiene dinero y riqueza, y el otro sólo parece que lo tiene.

Bueno pues eso, habiendo subido al avión, ya nos enteramos de un –bueno dos- atentados y así nos dirigimos a nuestros asientos. El vuelo, sin embargo, anunciaba solamente una hora a bordo. Qué cerca está y qué lejos parece, verdad. Viendo el mapa, desde el mediterraneo norte, está mucho más cerca Argel que Ceuta, por poner un ejemplo. Cosas de la trigonometría.

Me puse a leer, observando el personal que nos acompañaba. Argelinos, por supuesto, pero ninguna argelina. Dos rubias con pinta de ser suecas. Diversos hombrecitos mayores con su maletín, representantes históricos de vete a saber qué fátuas empresas tendrán sus negocios ahí. Chicos jóvenes, con pinta de estar enganchados a internet –que c. harán ahí?- y alguno otro que me acaba de descolocar…sin contar a nosotros, claro, nuestra expedición seguramente también causó desconcierto.

Llegada sin más aspavientos, aparte de algún traqueteo del avión. Playas vírgenes y agua limpia, al menos desde arriba. Salimos al pasaporte, y en el control, risas y buen humor. Les digo que soy comerciante, y repiten la palabra, riendose…habré dicho algo divertido? Bueno que os den. Pasamos el décimo cuarto control de sguridad, rayos x, y nos encaminamos a las maletas no sin antes hacer otro trámite adicional del que obviamente no tenía ni idea: declarar la pasta. Lo típico, es esconderla y no sacarla hasta luego, por miedo a que nos graven con algún impuesto. Craso error. Si no declaras, luego no te cambian. Pues vaya, como para ir desprevenido. No es este un país parair de paseo.

Oficina de cambio: en este país no hay prisas. Después de inscribirnos manualmente, después de mucho rato, logramos cambiar 200eur. Nos los descuentan de la declaración, del papel que usamos para declarar la pasta que habíamos entrado. Pues vaya, qué control.

Finalmente, suelo argelino...pero no os preocupeis, aún hay más, continuará.....


No hay comentarios: